El rock de la banda que quizás más y antes se ha implicando socialmente en Andalucía, los Reincidentes, volvió a escucharse fuera de nuestras fronteras:
Los Reinci volvían a Donostia justo dos años después, cuando actuaron también en nuestra Aste Nagusia pero en Sagüés. El entorno alternativo debió de motivar más que el oficial al cuarteto andaluz, que ofreció una actuación bien diferente a la de 2009, menos seria, más festiva y reivindicativa en todos los aspectos. Con la bandera de ‘Euskal Presoak Etxera’ atrás, y otra de Andalucía con la estrella roja sobre el pie de micro del vocal Fernando, quedaba ya claro de salida, por si algún despistado tenía dudas, que Reincidentes no ha variado un ápice su filosofía y mensaje político desde que debutaran hace dos décadas largas.
Para el crítico de la publicación, hubo sus más y sus menos, aunque reconoce que “…”Jartos d´aguantar” puso aquello patas arriba” antes de acabar, lo cual es muy lógico dado los tiempos de “crisis”(!) que estamos soportando.
Hoy voy a inaugurar una nueva categoría en este blog. La de los grupos y bandas VISITANTES.
Porque ¿por qué no van a tener derecho a salir a esta ventana la gente que visita Andalucía? Sí, ya sé que no tiene que ver nada con nuestra música propia, pero al fin y al cabo… qué es la música sino un lenguaje universal. Y ¿quién sabe? a lo mejor están influyendo de alguna manera en los futuros músico andaluces (y puede que hasta en los no tan futuros). Así que abramos una puerta a estas bandas visitantes.
Y ¿quiénes son estos Deer Tick? Pues una banda de folk-indie original de Providence, Rhode Island (USA) formada alrededor del cantautor y guitarrista John McCauley.
En realidad John McCauley empezó su carrera musical en solitario no hace mucho tiempo, a finales de 2004, con solo 19 años de edad, gracias a su amigo Brendon Massei (de Viking Moses). Los primero que hizo fue enfrascarse en una gira por mil sitios de Estados Unidos que, fiel a la filosofía del “hágalo usted mismo”, dio para algunos casetes y varios CDRs con sus canciones, así como para sentar los cimientos de los que luego sería Deer Tick.
Pero Deer Tick pasó por varias formaciones en este periodo de tiempo, permaneciendo siempre John McCauley (guitarra y voz)como miembro oficial, quien ha estado acompañado casi desde el principio por Dennis Ryan (percusión y voces). En la banda fueron saliendo y entrando miembros hasta llegar al momento actual: en 2007 se incorporó Chris Ryan (bajo y voces); en 2009, Ian O’Neil (guitarra y voz); y en 2010, Rob Barry Crowell (teclados, saxofón y voces).
Su obra aun no es muy extensa. La salida a su carrera musical la dio un trabajo llamado War Elephant, editado originalmente en Feow! Records en 2007, pero que por problemas en los royalties generados provocó un conflicto entre el sello y la banda que originó la ruptura entre ambos y la reedición en 2008, esta vez en Partisan Records.
A últimos de 2009, la banda se encierra en su estudio de grabación y registra suficiente material para sus dos próximos trabajos.
El primero de ellos lleva por título Born on Flag Day (Partisan Records, 2009), que recibió buenas críticas por parte de alguna prensa musical.
Al año siguiente, tras un paréntesis de actuaciones en USA y Europa, se vuelven a mezclar el material de las sesiones de 2008 y se graba el tercer y último disco por el momento. Se titula The Black Dirt Studios (Partisan Records, 2010) y en él participan los dos nuevos miembros del grupo: Ian O’neil y Rob Crowell
Bueno, y hoy Deer Tick se encuentra en Algeciras (casi todo lo más al sur que se puede ir en Andalucía) para ofrecernos un concierto dentro de la serie Campus Rock que se organizan entre la Universidad de Cádiz y la Fundación de Cultura de la ciudad.
La noche no es la más propia para un concierto. El temporal que azota la zona no deja de tirarnos agua y viento a la cabeza, por lo que tengo algunas dudas sobre la afluencia de público.
Sin embargo me equivoqué. El mal tiempo no ha asustado al personal. A mí me gusta llegar muy temprano a los conciertos y sin embargo, ya puedo comprobar que los hay más madrugadores que yo. Eso me convence de que debo entrar ya: hay que coger un sitio adecuado para lo que tengo que hacer, y la fila 5, butaca 1 me parece de lo mas propio.
Cuando entro, observo que la banda casi al completo está atareada sobre el escenario sacando y montando el material.
Hecho en falta a John McCauley, pero al cabo de un rato aparece por la esquina del escenario aunque parece que se acaba de despertar en este momento. Vida dura la de un músico.
Los clásicos pum, pum, pum, ran, ran, ran, si, si, si, cable va, cable viene y en unos minutos un ensayo general que yo pude grabar para ti.
Como anécdota simpática de la noche… O’neil comprueba que su micro le pasa corriente a su bigote. Carreras buscando un cortavientos, pero ninguno le viene bien. No hay problemas. El músico va a su maleta que estaba a un lado el escenario, saca un calcetín, se lo enfunda al micro y… problema resuelto. Los demás, por si las dudas, le imitan. Confío que les quedaran calcetines limpios, si no los micros iban a cantar ellos solos.
En un momento, los músicos se retiran y el escenario queda tranquilo y ordenado mientras el road-manager procede a dar la orden de aperturas de puertas.
Frente a mí queda orgullosa la Gibson de O’neil. Un poco a la derecha, las dos Fender? de McCauley, quien por cierto las ha elegido de un color algo “llamativo” hasta para un andaluz, amante de las cosas algo barrocas ¿no te parece?
Y… uno, dos, tres… comienza el concierto.
Los sones de Easy, Bury… empiezan a volar por la sala. Y así hasta un total de diez temas.
La bronca voz de John McCauley me llama la atención. No está en sintonía con su aspecto joven, pero da un tono gastado y vintage al grupo que, en mi opinión, le sienta muy bien.
Poco a poco las manos se van calentado y el grupo comienza a coger altura. Van apareciendo tímidos riff de guitarras, mientras el bajista hace un excelente trabajo en su parte del escenario.
La batería va cogiendo importancia a los largo del recorrido. Los teclados de Rob aportan una nota setentera que siempre es de agradecer por mi parte. Me gustan.
Se van alternando ritmos fuertes con otros con ligeros tintes de baladas clásicas. Si en un momento, John está subido sobre el bombo (sí, sí, mira la foto) martilleando una y otra vez su guitarra, al siguiente la abandona en su atril para empuñar el micro como si de un Marvin Gaye se tratara, bajando hasta el público y paseándose entre él con un paraguas en la otra mano, mientras los sones de un saxo borda la canción.
Una demoledora Mange (del propio McCauley), que ya barruntaba tormenta con ese comienzo dominado por la batería del fabuloso Denis Ryan , llenó todos los rincones de la sala y más, mucho más, durante 9 minutos que supieron a gloria. Ritmos casi hipnóticos, balanceados por el órgano hábilmente conducido por Crowel, desembocaron en un aluvión de sonidos que convirtieron el auditorio en las puertas del paraíso para la mayoría.
El momento de perplejidad que produjo al público el silencio repentino de los músicos, fue el momento aprovechado para saludar y salir por un lateral, dando por finalizado el concierto. Claro que en el público no pensábamos igual y tras unos minutos de palmas y pitos, vino la sorpresa de la noche: reaparece John McCauley solo, toma una de sus guitarras y se pega un cantecito. Sí, sí, como lo oyes: John, público y guitarra. De verdad que impresionaba.
Y todavía hubo tiempo para otro más con toda la banda. En fin, una hora de música que los chicos de Deer Tick no regalaron y que tendremos en el recuerdo bastante tiempo.
Después, aun quedó algo de tiempo para firmar autógrafos y para la foto de recuerdo.
¡Ah! Y según me confirmó personalmente el mismo McCauley, efectivamente el nombre de Deer Tick hace referencia a un tipo de garrapata, así que como los Delinqüentes no se anden despiertos, este grupo les pisará el nombre de sus queridos roadies (es broma, Canijo).
Y ya para acabar ¿qué me queda?. Pues me queda ofrecerte la oportunidad si no pudiste ir por allí de que disfrutes el concierto de este gran grupo.
Para eso solo tienes que pulsar en el enlace de abajo y tener paciencia
Además de las 12 canciones, allí tienes una carátula por si eres de las personas que gustan de hacer una copia en CDr, un fichero para chequear los archivos y que no tengan errores, y un archivo de texto con toda la información necesaria sobre el concierto.
Deer Tick Escuela Politécnica, Algeciras (Andalucía) 2011-01-26
Campus Rock
01 Easy 02 Bury 03 When She Come Home 04 Zero 05 Choir Of Angels 06 B. More 07 Hope Is Big 08 Ashamed 09 Can’t Wait 10 Mange
Bonus 11 ? 12 ?
Grabación: AUDIENCIA.
Equipo: Grabador digital Korg MR1 + Micrófono externo Korg CM-2M Formato master: WAV PCM 48 MHz 24 Bit Proceso: Korg > PC (vía USB) > AudiGate (remasterizar a WAV 44100MHz PCM 16 Bits) > Audacity (cortar pistas y fades) > Flac (nivel 7)
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OIGA’s Records (Grabaciones de Origen Indeterminado del Gato Andaluz)
Apoya al grupo comprando sus ediciones comerciales. Y no faltes a su próximo concierto. Comparte libremente esta grabación, para eso se ha hecho, pero evita siempre negociar con ella y a los que puedan hacerlo. Conserva la grabación sin modificar los archivos. Y compártela en el mismo formato como te llegó, incluido el archivo INFO. Utiliza el mp3 (u otra compresión destructiva) sólo para uso personal.
Y si quieres más información del grupo o contactar con ellos, puedes hacerlo en estas direcciones:
El Festival ‘Gines Rock Solidario 09’, celebrado el pasado 26 de septiembre, logró recaudar 21.643 euros para ayudar al pueblo saharaui, en concreto para acondicionar y rehabilitar un centro hospitalario en Dahjla.
Organizado por ‘Jóvenes en Marcha de Gines’ junto con la delegación de Juventud del Ayuntamiento y la Asociación de Ayuda al Pueblo Saharaui, el Festival congregó a más de 2.000 personas …
El concierto contó con la actuación del grupo Celtas Cortos, que realizó en Gines su única actuación del año en toda Andalucía, así como Albertucho, ‘De Acero’ y ‘La caló del membrillo’. Todos ellos actuaron desinteresadamente para colaborar con la causa, a la que se va a destinar el cien por cien de la recaudación, tanto de la taquilla como de la barra.
Para que luego digan que el rock no mueve a la gente en Andalucía.
Ayer me llegó un artículo de Diego A. Manrique en El País en el que se celebraba los presuntos 50 años del Rock hispano.
Manrique es uno de los monstruos del la prensa musical desde hace ya tiempo y siempre me interesa cualquier cosa que este hombre escriba o diga en su programa de Radio 3. Pero he de reconocer que este artículo de ayer me ha dejado el estómago un poco revuelto.
En primer lugar, porque el Rock Nacionalista Andaluz de los 70 es nombrado casi de pasada, como para no comprometerse mucho pero sin querer tampoco quedar mal. Y pienso que el peso de nuestro Rock es mucho mayor que el que se deja ver en su artículo.
Y en segundo, porque el artículo en sí, incluido la galería fotográfica aparecida en el suplemento semanal, más parece una fiesta de amiguetes pijos con algunos invitados pobres que un artículo en profundidad sobre uno de los pilares de la música popular del siglo XX.
Pero en fin, qué puede uno esperar cuando el artículo empieza hablando del Dúo Dinámico. Lo mejor es leerlo (aunque tengas que preparar sal de frutas).
El que se ha celebrado en La Caleta (La Axarquía) y en el que se ha posibilitado una ventana a grupos de Rock locales y comarcales.
Muy buena iniciativa en la que está implicado el propio Municipio. A ver si cunde el ejemplo.
Ahora solo falta que alguien nos cuenta como ha sido el desarrollo de las actuaciones, entre las que se anunció una de Rock Andaluz a cargo de un grupo llamado Capitán Morgan y del que aun no he oído hablar.
El Faro de Ceuta cuenta entre su plantilla con Antonio Fuentes León, un enamorado del Rock. No hay nada más que ver a qué dedica su espacio.
En esta ocasión, hace la crítica de cuatro obras sobre el rock hispano, aunque a nosotros particularmente, la que nos interesa es esta:
Obra imprescindible para conocer el nacimiento del rock en Sevilla, Andalucía y España. Magnifico libro del periodista Luis Clemente en el que uno encuentra muchas de las claves para conocer como llegó a la capital hispalense el rock and roll y su posterior desarrollo.
Sevilla fue uno de los focos por donde la nueva música entró con más fuerza. La base americana de Morón jugó un papel importante. Morón fue la puerta de entrada de muchos discos de intérpretes desconocidos en España y permitió a los jóvenes sevillanos el contacto y conocimiento de los nuevos ritmos.
La obra de Luis Clemente recoge desde estos primeros momentos hasta los flamenquitos como él los llama. La importancia en el posterior desarrollo del rock hispano se puede captar en la trayectoria de figuras míticas de Sevilla. La influencia de rockeros como Silvio, grupos históricos como X-5 o el ceutí Joselu, para llegar a la apoteosis sonora y underground de Smash.
Una parte importante del libro está dedicada al sonido andaluz. En la década de los setenta nació el rock sinfónico andaluz representado por su máximo exponente Triana. El nacimiento de este movimiento, los artífices y su aportación al rock hispano es uno de los capítulos más interesantes.
Otros artistas marcaron hitos por su importancia y por sus posteriores secuelas que se pueden apreciar hoy día en muchos artistas. Lole y Manuel, Veneno y Pata Negra, fueron adelantados a su tiempo. Luis Clemente, buen conocedor de sus trayectorias, nos muestra sus influencias en el desarrollo de otros caminos musicales.
El blues, pop, indie, punk y otras corrientes musicales también están recogidas en este libro que se complementa con una lista de salas de conciertos, una amplia discográfica además de un magnifico CD.
¿La reconoces?. Efectivamente, se trata del libro de Luis Clemente “Historia del Rock Sevillano”, un libro que no debe faltar de la biblioteca de cualquier buen aficionado al Rock.
Nosotros, desde nuestro punto de vista cercano, como andaluces o hispanos en general, conocedores de esa corriente que se dio en llamar Rock Andaluz, no nos llama demasiado la atención cuando escuchamos a una banda hacer una lectura del rock desde posturas cercanas una música andaluza por excelencia como es el Flamenco.
Así, ya tenemos buenos ejemplos en Smash, Storm, Alameda, Guadalquivir, Imán, Zaguán, Medina, Almadablán, Calle Silvio, Taifa, Cai, Arábiga, Mezquita… y naturalmente Triana.
Pero ya nos suena un poco más raro que alguien nos muestre una banda «guiri» que hace una lectura del Flamenco desde posturas netamente rockeras.
Y es es lo que me pasó a mí el otro día cuando en nuestro foro (http://hijosdelagobio.es) mis colegas BLSDUC e Icebergbarna (de http://icebergbarna.blogspot.com/), me dieron a conocer algo inédito para mí: una banda anglo-americana que intentó integrar el flamenco en el rock progresivo-psicodélico de los 70’s que ellos hacían.
Mira. Ésto fue lo que vi:
¿Qué? ¿Cómo se te ha quedado el cuerpo?
A partir de ahí, me picó la curiosidad, me puse a rebuscar por la Internet y he encontrado cosillas en Wikipedia y en otros sitios.
Carmen era una banda americo-británica que estuvo activa entre 1970 y 1975. Su estilo consistía en una fusión de música rock y música y baile flamenco. Aunque la banda logró algún éxito con sus grabaciones y sus actuaciones, su mayor importancia se debe a las posteriores contribuciones de sus miembros a grupos de rock relativamente famosos.
La banda original de siete miembros localizada en Los Angeles, a principios de los años setenta se estableció en Londres, donde el grupo pronto se estabilizó como un quinteto:
David Allen – voz, guitarra, teclados.
Angela Allen – voz, baile flamenco.
John Glascock – bajo eléctrico, voz
Paul Fenton – percusión.
Roberto Amaral – baile flamenco, castañuelas.
David Clark Allen fue el fundador del grupo.
Era un californiano hábil y experimentado con la guitarra flamenca, seguramente porque era hijo de Clark Allen (guitarrista de flamenco) y Margarita Córdoba (bailaora) que regentaban un club flamenco en el Sunset Boulevard de Hollywood. Allí, con 15 años, fue donde empezó a madurar la idea de formar un grupo de rock con ritmo flamenco.
Angela, al igual que su hermano David, aprendió el arte flamenco desde pequeña, de sus padres, así como de otros artistas.
La llegada del bailaor Roberto Amaral fue lo que hizo emerger definitivamente la idea. Roberto era hijo de Néstor Amaral, un compositor y director musical de la compañía de Carmen Miranda en los 40’s. Estudió baile flamenco y trabajó con diversas compañías, tanto en Europa como en América, y con 23 años se unió a Carmen como bailaor y coreógrafo.
La incorporación del bajista John Glascok y, ya en Londres, del batería Paul Fenton completó la banda
En Londres, entablaron amistad con varias estrellas de rock de aquel tiempo, incluidos David Bowie, Marc Bolan y Bryan Ferry. Y con los servicios de Tony Visconti como productor (y también de Bowie) y Brian Longley, su manager, lanzaron al mercado sus dos primeros álbumes: Fandangos in Space, en 1973, Dancing on a Cold Wind, en 1974.
En 1974, mientras la banda disfrutaba de sus mayores éxitos, regresaron y tocaron como teloneros de Santana, Blue Öyster Cult y la Electric Light Orchestra en una gira de conciertos por los Estados Unidos.
A principios de 1975 hicieron una segunda gira de tres meses como teloneros de Jethro Tull. En lo sitios donde la población hispana era mayoría, recogían más aplausos que los propios Tull.
Las típicas actuaciones en público de Carmen presentaban a Amaral y a Angela Allen bailando en un escenario ampliado especialmente, a fin de que su zapateado flamenco se convirtiera en una parte integrante de la música. Las influencias andaluzas en su sonido incluyeron interludios acústicos de guitarra al estilo flamenco, letras ocasionales en castellano, temas de traiciones amorosas en las que se dejaba traslucir reminiscencias de Federico Garcia Lorca, y las castañuelas – todo ello acompañado por una sección tradicional de rock.
Al término de ese tour, Carmen se recluyó en Brookfield, un pequeño pueblo de Massachusetts, en el que estaba la Long View Farm, unos estudios de grabación situados en una granja, que luego se hicieron famosos cuando fueron elegidos por los Rolling Stones para descansar y preparar una de sus giras, pero que hasta el momento tenían en Carmen a unos de sus clientes más distinguidos.
Pero las cosas marchaban mal desde el punto de vista económico y la mala gestión (algunos hablan de traición por parte del manager) hizo que el grupo se declarara en quiebra. Tony Visconti, su productor, deja el proyecto.
Sin embargo el grupo no abandonó. Con ayuda de algún que otro amigo y del propio estudio Long View Farm, lograron grabar su tercer y último álbum: The Gypsis. Era 1975.
Sin embargo, las desgracias siguieron llegando. Paul Fenton sufrió un accidente a caballo y terminó con una de sus rodillas aplastadas. Eso le llevó a someterse a un largo tratamiento con analgésicos, que mezclados con falta de sueño y los problemas del grupo, le llevó a serios problemas psíquicos. El caso es que estuvo retirado de los escenario un largo tiempo, hasta que finalmente regresó a Inglaterra. Más tarde, rehizo su carrera musical trabajando con la T-Rex de Marc Bolan; actualmente toca en una banda de tributo a Bolan.
Con el álbum terminado, y sin batería ni manager, los miembros restantes de Carmen dejaron Long View Farm uno a uno. Solo John Glascok se quedó. Durante unos seis meses ayudó en la granja por un pequeño sueldo, hasta que en Julio de 1975 recibió una llamada que le hizo regresar a Los Angeles para formar parte de Jethro Tull. Angela Allen, compañera sentimental de Glascock en aquella época, contribuyó a las voces en la grabación de los Tull «Too Old to Rock & Roll, Too Young to Die». Su relación finalizó poco después, y en 1979, a la edad de 28, la vida de Glascock fue tristemente interrumpida debido a las complicaciones causadas por un problema cardíaco congénito. Angela Allen, que actualmente reside en Londres y todavía continúa cantando, ha contribuido recientemente a las voces del álbum Widescreen.
En 1975, tras su tercer disco, Carmen dejó oficialmente de existir.
David Allen continuó luchando por su carrera musical, escribiendo canciones para Agnetha de ABBA entre otros famosos. En 1984 le fue diagnosticado cáncer de la garganta y fue sometido a cirugía. Luego se creó una nueva vida, obteniendo muchos nuevos aplausos como fotógrafo, primero trabajando en el campo de la antropología erótica y luego como un especialista en el retrato familiar en blanco y negro, cerca de Londres.
La reciente reedición de tres álbumes de Carmen, por Angelair, fue el catalizador de la inspiración de David para hacer música nueva. Su primer álbum de música instrumental en 30 años, lanzado al mercado en un mismo pack con The Gypsies, llevó a David a contactar con el renombrado productor y mezclador Larry Lush . El nuevo álbum se convirtió en la semilla de una banda nueva – Widescreen.
Las melodías de David, que recoge mucho del sabor flamenco-rock progresivo de la música de Carmen, los arreglos rítmicos de Larry, las mezclas alquimistas y la brillate programación, y el ardiente violín jazzístico europeo de Charlotte, dan a la música de Widescreen su calidad cinematográfica, una música que se mueve entre la de Sergio Leone y la de Nine Inch Nails.
Roberto Amaral ha regresado al flamenco tradicional, actuando e impartiendo su enseñanza en Los Angeles. También ha formado una compañía musical propia.
En la foto, Roberto Amaral en la actualidad.
La discografía de Carmen fue corta:
Fandangos In Space, 1974
Dancing On The Cool Wind, 1975
The Gypsies, álbum de 1976
Los dos primeros dos álbumes fueron relanzados por la discográfica Angel Air como una caja de 2 CDs en octubre del 2006.
El tercer álbum de Carmen – The Gypsies – fue publicado nuevamente, también por Angel Air, en mayo del 2007, también como un doble CD. El segundo CD es el titulado «Widescreen» y contiene la nueva música instrumental de David Clark Allen. Widescreen ahora se ha convertido en el nuevo proyecto musical de David, el fundador de Carmen. La banda – David, Larry y Charlotte – dejó su cinematográfica visión de la música electroflamenca en La Linea Festival de Londres del año 2007, donde actuaron junto a Eliades Ochoa. Widescreen es una mezcla fogosa y apasionada del estilo musical único de Carmen.
En fin, otro grupo de culto para los amantes del Rock Andaluz.
Si quieres hacerte de su discografía, pero antes te apetece escuchar algo de su música, los amigos de http://spanishprogressiverock.blogspot.com te ofrecen la posibilidad de descargar su tercer disco, The Gypsies (gracias Ezequiel).
Ni el andaluz, ni ninguno. Porque visto el panorama que nos presenta Enrique Alcina en su artículo de El Diario de Cádiz, este otoño tendremos que estar cerca de nuestro equipo de música o nuestro reproductor si queremos escuchar nuestro rock.
Así que aprovecha el concierto de pasado mañana.
En la página de Why? tienes esta y otras fotos de los carteles y de la prensa del momento.
No estoy seguro pero conseguir otro cartel como este no se hizo más en ninguna parte.
El Rock Andaluz tuvo su noche en el Festival Lago 2007 que se celebró en Bornos. Aquí tienes unos vídeos (gracias DJWashi-Rodri) de esa noche mágica.
Son grabaciones del grupo CAI. El primer tema es «Alameda»:
Vamos ahora con el tema «Noche abierta»:
Si no te dejaron ir las circunstancias, al menos puedes tomarte aquí un aperitivo. Que los disfrutes
El blog del Gato Andaluz 